16 sept 2008

Reflexiones a los 40

Cuando cumplí 14 años esperaba algún día tener un novio. A los 16 tuve un novio, pero no había pasión. Entonces decidí que necesitaba un chico apasionado, con ganas de vivir.

En la facultad salí con un chaval apasionado, pero era demasiado emocional.
Todo era terrible era el rey de los dramas, lloraba todo el tiempo y amenazaba con suicidarse. Entonces decidí que necesitaba un hombre estable.

Cuando tuve 25 años, encontré un hombre estable, pero aburrido. Era totalmente predecible y nunca le excitaba nada. La vida se hizo tan plomiza que decidí que necesitaba un chico más emocionante.

A los 28 encontré un novio excitante, pero no pude seguir su ritmo. Iba de un lado para otro sin detenerse en nada. Hacía cosas impetuosas y coqueteaba con cualquiera que se le cruzara. Me hizo tan miserable como feliz. De entrada fue divertido y energizante, pero sin futuro. Entonces decidí buscar un hombre con alguna ambición.

Cuando llegué a los 32, encontré un muchacho inteligente, ambicioso y con los pies sobre la tierra. Decidí comprometerme. Era tan ambicioso que me pidió la separación y se quedó con todo lo que yo tenía.

Ahora, casi a los 40, me gustan los tíos con la polla grande. Y punto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero mi niñooooo... estonces te has equivocado de chico!! Te vale uno con la polla normal?? ...

Unknown dijo...

menudo carrerón, nena...

ilu dijo...

como te entiendo...será que me acerco a los 40 yo también y nos volvemos más práctic@s.

besos