27 ene 2009

Instado desde la Inspección de Trabajo El Corte Inglés, obligado a trasladar a un trabajador gay al que discriminó


En principio, el trámite no tenía por qué presentar problemas. Eso pensaba Fernando Petidier cuando, cinco meses antes de casarse, solicitó en El Corte Inglés de Castellana de Madrid su traslado a un centro de Vigo para vivir con su pareja.

El único requisito que le pusieron fue que tenía que pasar una entrevista con el jefe de personal de la ciudad gallega, Gonzalo Rodríguez Rico, según CCOO, cuyos servicios jurídicos pusieron la demanda en mayo de 2008 contra la empresa. Pasado este requisito, se le concedería el traslado, le aseguró el jefe de Personal de Castellana, Ángel Gastaca.

Los problemas llegaron cuando el jefe de personal de Vigo le preguntó sobre su pareja. '¿Su mujer es de Vigo?'. Petidier, técnico escaparatista, fue sincero: "Sí, aunque no es mi mujer es mi marido". La noticia cambió radicalmente las cosas.

Cuando salió del despacho, Petidier le tocó oír como el que iba a ser su jefe espetaba: "Estos maricones de mierda se creen con el mismo derecho que todos", recoge el sindicato. Ahora, la Inspección de Trabajo ha instado a El Corte Inglés a conceder de modo automático el traslado al trabajador dado que se le denegó por su orientación sexual.

Petidier se casó el 28 de octubre de 2006. Y tras meses de dimes y diretes, el 18 de julio de 2007 el jefe de personal de Castellana le comunicó la decisión. "Ni a corto, ni a medio ni a largo plazo se va a producir el traslado", recuerda Petidier que le dijeron. Desde mediados de agosto de ese año, se encuentra de baja por un cuadro ansioso-depresivo, según cuenta él mismo. "Estoy contento por la decisión, pero a mí me han destrozado la vida".

La decisión de Trabajo también se apoya en el hecho de que desde mayo de 2006 se han trasladado cuatro trabajadores a Vigo. Además, se han hecho seis contratos indefinidos y otros tantos temporales en el mismo centro.

Ahora, Petidier se plantea demandar a la que ha sido su empresa durante dos décadas por daños y perjuicios. "No quiero grandes cantidades de dinero. El dinero es casi simbólico. Sí quiero que un juez diga que El Corte Inglés me ha causado un daño. Y lo peor es que como yo hay muchas personas".

1 comentario:

PER L'ESQUERRA I PEL PAÍS dijo...

Desgraciadamente esta noticia o parecidas todavía están a la orden del día. A pesar de nuestro gran avance legislativo, las diferencias REALES existen, son crueles y, la mayor parte de las veces, casi insoportables de sufrir.
Con mis cuarenta años me doy cuenta que me he pasado más de la mitad de mi vida luchando por los derechos del colectivo LGTB y no hay nada más repugnante que encontrarte con la homofobia en su estado más puro. Cuando empiezas a ver con tus ojos que nuestra historia, es una historia de dolor, de persecuciones y de muerte, no se puede más que sentir compasión por tantos hombres y mujeres que se dejaron la piel en el camino para poder llegar al estado de derecho que gozamos nosotr@s hoy; una democracia que tenemos que defender con las uñas y con los dientes. O con los tacones, si nos apuran. Porque, al final, si abrimos bien los ojos, podremos comprobar, más allá de los estereotipos, que nosotr@s hemos ayudado a construir un espacio de libertad, no solo para nuestro colectivo, sinó para todas las personas que habitan en este trozito de tiempo -y en este estado- que se nos concedió poder vivir.