30 oct 2008

El efecto Mandarín

También podría llamarse 'efecto ahorro'. O 'efecto no salgo a cenar fuera hasta que no escampe'. . Pero se llama así, 'efecto Mandarín', porque el revival de pocos productos resume tan bien el congojo que la crisis financiera provoca en los bolsillos y la memoria de las familias.


Me refiero al flan instantáneo que causó furor en los 80 y que la alegría pecuniaria de los últimos años había condenado al fondo lúgubre en las estanterías.

"Es impresionante, en plena crisis la venta ha subido un 43%". Ningún producto ha brillado tanto en este año aciago. Y yo que creía que no quedaba ni en la cocina de los Alcántara.

Malos tiempos para el Haagen-Dazs de dulce de leche.

Lo curioso del producto del chino es que data de los años 30 y que está asociado al hambre y a la guerra. Su fórmula originaria servía para dar algo de volumen a la leche acuosa de la contienda. Posteriormente, evolucionó hacia lo que ahora conocemos, un manjar melifluo y barato. Ya se sabe que a viejos males, remedios caseros. "Medio litro de leche, dos cucharadas de azúcar, un sobre de Mandarín y tomo el postre en casa que el invierno (económico) va a ser duro"

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