Los Diarios Perdidos de LaCharon

Os presento los diarios perdidos de LaCharon.

Estos son algunos fragmentos estraídos del diario caótico de LaCharon basados en hechos reales. Este diario abarca un periodo muy dilatado en el tiempo, pese a la presunta juventud de la protagonista (¿Dilatado?, ¡qué bonita palabra, ¿a que me recuerda?)

En este diario verás reflejados personajes de momentos estelares a lo largo de su vida. Algunos antiguos, otros más actuales.

Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia. Se han cambiado fechas, lugares y nombres de los protas para proteger a los testigos.


LA AMBICIÓN RUBIA (Primera parte)

Si estuviéramos en otra época podriamos cantar como Doña Concha.

"Ella vino en un barco, de nombre extranjero. La encontré el puerto un anochecer, cuando el blanco faro sobre los veleros su beso de plata dejaba caer. Era hermosa y rubia como la cerveza..."

Pues eso, como las cosas importantes en la vida, llegó sin hacer ruido, creciendo en silencio.
La primera vez que la vi, se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Quince años después me quedan muchas respuestas sin contestar.

Aún no entiendo qué hace en el primer viaje espacial de larga distancia, a Transylvania, presuntamente en un viaje no tripulado por seres humanos, acompañado a la cuarta generación de la perrita Laika. ¡Seguro que se adapta a su nuevo destino, pero cuando vuelva a la tierra me va a escuchar!

De presente confuso, pasado desconocido y de interpretación sobreactuada… la primera impresión fue un poco estraña.

Peso: Indeterminado (pero yo diría que entorno a los 80kg)
Altura: 175cm (por referencias, claro)
Color del cabello: De raices rubias (pero, pelo teñido)
Amigos: Mejor amigas (que no son competencia)
Una peli: En V.O. (of course)
Un viaje: A un sitio caliente (mejor con vapor....)
Su hombre ideal: Un hombre ideal, un hombre ideal, un hombr…
La comida: Microbiótica, macrobiótica, biológica… (o estéril… mejor que mejor)
Una virtud: Ser rubia natural
Una afición: Mover el pico (y no contar nada)

Pese a esta aparente frialdad nórdica, no deja de ser un buen edredón (nórdico) de buena pluma. Compañera infatigable de viaje. Bastón de apoyo en los malos momentos. Profesional y apasionada. Pero eso, es ya otra Historia.

(LaCharon)