31 ene 2008

El cambio de estación. (Duelo de Titanas)

“El cambio de estación" no es otra cosa que un cambio político, que mas tarde o más temprano llega a todas partes, incluso a las históricas dictaduras bananeras.

¿Quién no conoce la historia del elefante que entra en una cristalería, y destrozan todo a su paso? No es nada nuevo lo que ha pasado en Halegatos.


Ya pasó en el siglo I de nuestra era, cuando los Coptos (los primeros cristianos) se dedicaron en el antiguo Egipto al saqueo y destrucción de los monumentos y de la cultura de los faraones, entre sus recuerdos nos dejan este la Esfinge Giza sin nariz. Deberíamos aprender un poco de la historia y no hacer las cosas a lo más puro estilo Copto.
Quizás se lo puedan permitir las grandes compañías, que tienen un gran capital económico/humano detrás empujando.
Si estamos hablando de una asociación sin ánimo de lucro no se puede hacer así, donde todos los proyectos se han realizado con miles de horas del trabajo de los voluntarios.
Tirar este trabajo a la basura, me parece sangrante. Está claro que hay que evolucionar, mirar al frente, pero hay que aprovechar lo que está funcionando… “si funciona no lo toques”, se dice en la jerga informática.
¿Te imaginas que llegara ahora un iluminado y quisiera inventar de nuevo la rueda, para sustituir a la rueda? Le diríamos: “¡Kary, kary ya existe y funciona!, ¿dónde has estado estos últimos 3.000 años?

Todo el trabajo que se hace por y para una ONG se hace con ilusión y con mucho, mucho corazón, como diría Desiré Chacón, es como salen a flote este tipo de proyectos.De ahí viene el cabreo y mira que es difícil que me cabreé.

Algunos podrían decir que no es más que "el trauma del jubilado”, el mal del que se siente abandonado, pero creo que sinceramente no es así. Quizás, simplemente seamos víctimas del sistema. Útil mientras estas dentro y m olesto cuando estas fuera. Te aparcan y te tratan con desprecio, ley de vida.

Esto ha sido uno de los ingredientes, del caldo de cultivo, de mi mal estar.
Otros de los ingredientes mágicos de este caldo, de agrio gusto, fue el tema de las facturas pendientes.
Bueno, pues entregué las facturas pendientes y r ecibí como respuesta: “que menudo marrón, que las hubiera hecho cuando estaba la presidenta…”
La impresión que me llevé, es que estaba mendigando un finiquito o pago de cheque de importe variable, dependiendo de la cuenta de resultados.Una persona que se ha dejado la piel durante 5 años, que ha sacrificado sus vacaciones, tiempo libre, casi su puesto de trabajo, disgustos, dinero, amistades… una persona que ha traído al club miles de Euros durante su etapa de gestión, es tratado como uno más...
La imagen que se me ha quedado grabada en la retina, después de la última cena, no es la del cuadro de Leonardo Da Vinci, o similares; si no más bien alguna estilo del Greco, más oscura, fría y distorsionada de la realidad, con casquería incluida.
Siempre he pensado que la administración del Club había que profesionalizarla, en parte para quitarse todo el trabajo engorroso y desagradecido, pero cuando se supone que no hay pasta, este tipo de proyectos solo salen con corazón.

La historia no es más que la falta de tacto, la poca visión de futuro y el nivel de exigencia "de las nuevas juventudes".
Parece que hemos vuelto a la época de Ana Palacio y sus meteduras de pata.

Lo bueno que tiene Halegatos es la experiencia que te llevas, que es lo único que me llevo. No como otros ex-miembros del Club, (actuales GonorreaMadirdSport) que se pusieron de acuerdo; Tesorero y Vice y se llevaron el dinero de la cuenta bancaria (pero eso es otra historia.)

Mi abuela decía que la juventud es un poco tarambana y que lo "viejos" terminamos siendo olvidadizos y que terminamos perdonando todo.

Dicen que el tiempo lima asperezas y pone todo en su sitio, pero siempre contando con el corazón.

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